miércoles, 15 de diciembre de 2010

Finally

Muchos han sido los intentos de crear un blog, pero nunca he dispuesto del tiempo, valor o empujones suficientes.. Hoy he tenido (o mejor dicho, me he tomado) demasiado tiempo para pensar, y he sentido la llamada de las nuevas tecnologías. He visto en este, un lugar perfecto para aliviar toda esa tensión que estaba infundiendo dentro de mí la sobrecarga de inquietudes y quejidos al aire que aquí pienso recoger desde hoy. Un lugar en el que libertar mis pensamientos aleatoriamente sin preocuparme por nada más, ni el grado de interés del receptor, ni su repercusión académica... todo quedará flotando en la inmensa red, teóricamente es ideal.

La primera idea fue crear un blog sobre arte, esperando que lo que yo tuviera que decir respecto a este tema pudiese importarle a alguien, o que las críticas que pudiera hacer sobre quién sabe qué tuvieran el criterio suficiente, sabiendo que han surgido de un ataque de engolamiento, de esos que me dan y suelo tragar hasta que acaban consumiéndome.

Y supongo que este consumirme ha sido determinante. La idea del blog de arte queda en un segundo plano, pretendiendo que este espacio sea finalmente, un lugar en el que dejaré caer mis palabras, esas que por miedo o displicencia no dejo que salgan en ningún otro contexto. Inevitablemente, el arte me acompañará en este camino, pues me he atado a él de por vida y no pasa día sin que aprenda algo más sobre esta apasionante cuestión. De esto y mucho más seréis testigos vosotros, quien quiera que seáis, y estéis dispuestos a seguirme, intentar comprenderme y alentarme para que este no acabe siendo otro de esos proyectos con final incierto.

Y queda así presentado este lugar, que un día será vestigio de este año que se nos viene encima, de mi tercera década en este mundo, que pretendo desmenuzar a conciencia, (regularmente, si logro mantener la ilusión de estos instantes) atormentándoos con más problemas, sin importarme si con los vuestros tenéis suficiente e inocularos con el descontento por la razón humana que mi solitaria altividad se atreve a sentir.

A todos vosotros, y a mi cambiante ser. Buena llegada.